Tras el choque de la contención y los trastornos provocados por la crisis sanitaria, las empresas tienen la oportunidad de (re)construir su política de RSE para adaptarse a las nuevas expectativas de sus empleados y, más ampliamente, de la sociedad. He aquí cinco vías para orientar su pensamiento y su compromiso con la RSE.

Desde la primavera de 2020, ha habido tanta agitación que es difícil saber hacia dónde dirigirse. El teletrabajo ha entrado con fuerza en muchas empresas, incluso en las más reticentes a esta organización del trabajo. Los empleados han aprendido a toda prisa a utilizar nuevas herramientas y a trabajar a distancia, al tiempo que gestionan su vida personal y profesional en un espacio restringido.

La sociedad, obligada a detenerse, ha sido capaz de ver las consecuencias del consumo excesivo y los límites de nuestro modo de vida. Aunque todavía estamos lejos del próximo mundo, se ha tomado conciencia, y las empresas tienen un papel clave en su política de RSE para acompañar las transformaciones que esperamos sean sostenibles.

1 – Haga oír su voz para liderar la RSE

El próximo periodo es crucial para los departamentos de RSC. En las empresas afectadas por la crisis, sin duda habrá que luchar por defender las inversiones en métodos de producción más responsables, hablar de ecodiseño, cambiar el modelo, sin olvidar priorizar el bienestar de los empleados para reforzar su compromiso.

Sin embargo, es el momento de afirmar la legitimidad y la importancia de una política sincera de RSE. La crisis ha mostrado los límites de la deslocalización, la importancia del comportamiento de los ciudadanos y la participación en el esfuerzo colectivo. Según un estudio de Kantar realizado durante la crisis (1), el 78% de los clientes espera que las marcas les ayuden en su vida cotidiana: es el momento de pensar en cómo perpetuar algunas de las acciones solidarias imaginadas durante este periodo excepcional y hacerlas parte del ADN de la empresa.

2 – Fomentar el desarrollo de la tecnología digital responsable a través de una sólida política de RSC

Con el confinamiento y la adopción masiva del trabajo a distancia desde marzo de 2020, las herramientas digitales se han convertido en los pilares del funcionamiento de las empresas, que ahora asocian lo digital con la continuidad del negocio. Se trata, por supuesto, de una base esencial que hay que reforzar en previsión de futuras crisis, sin olvidar que la tecnología digital tiene un importante impacto medioambiental.

Según el colectivo de expertos de Green IT, la huella medioambiental de la tecnología digital corresponde a un continente de 2 a 5 veces el tamaño de Francia (2). La extracción de materiales, la producción de terminales y redes de comunicación y la energía necesaria para su uso son responsables del 3,8% de las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo (3), una cifra que aumenta exponencialmente. Por tanto, una política de RSE digna de ese nombre debe integrar en su reflexión un uso razonado de la tecnología digital y aprovechar al máximo las innovaciones sin perder de vista sus impactos a largo plazo.

3 – Construir un modelo de ciudadanía corporativa

También es el momento de reflexionar sobre el impacto positivo que las empresas pueden tener en la sociedad. ¿Cómo podemos reducir las desigualdades? ¿Cómo podemos apoyar a los más vulnerables? ¿Cómo podemos fomentar el cambio a un nivel más global? Esto puede hacerse mediante donaciones a las asociaciones que trabajan sobre el terreno, asociaciones con agentes comprometidos, la puesta a disposición de recursos (espacios de trabajo, tutoría, etc.) para apoyar a quienes lo necesitan.

Con este espíritu, Wojo ha lanzado el programa Wojo For Impact, dirigido a organizaciones de impacto positivo, así como a empresas que se han visto perjudicadas por la crisis económica tras el encierro. Wojo For Impact les ofrece, a precios reducidos, los metros cuadrados no utilizados en sus edificios, para ayudarles a hacer crecer sus proyectos en un entorno favorable.

4 – Organizar… la nueva organización del trabajo

Mientras que los empleados han demostrado su eficacia en el teletrabajo y su capacidad para organizarse de forma autónoma, la política de RSE de las empresas debe integrar este nuevo paradigma. El 84% de los empleados (4) desea seguir teletrabajando de forma habitual, mientras que el 45% de ellos subraya que esta situación ha degradado la calidad de su puesto de trabajo.

Entonces, ¿cómo responder a este deseo de autonomía, garantizando al mismo tiempo unas buenas condiciones de trabajo para sus empleados?

Ofreciendo uno o dos días de teletrabajo a la semana, idealmente en lugares ajenos y cercanos a los domicilios de los empleados, lo que les permite separar su vida profesional y personal, al tiempo que se benefician de un entorno de trabajo adecuado. Para los que tienen que hacer malabares con las limitaciones familiares, o que toman el transporte para venir a la oficina, abriendo la posibilidad de horarios de trabajo escalonados, con puntos de intercambio organizados durante el día.

5 – Cuidar a sus empleados, un compromiso central de RSC

Más que nunca, hay que apoyar a los equipos. Las complicadas condiciones sanitarias, el temor a una posible recontención y el uso generalizado de mascarillas pesan sobre la moral de los empleados. Además, los padres tienen que lidiar con la incertidumbre del posible cierre de escuelas y guarderías. Todos estos factores deben ser tenidos en cuenta para comprender su posible falta de motivación o concentración, y para apoyarles durante este complicado periodo.

La puesta en marcha de servicios de conserjería para responder a sus urgencias diarias (guardería de urgencia, ayuda a domicilio, reparación de bicicletas en la oficina, etc.) supone un valioso alivio en su vida cotidiana, que se reflejará en su participación.

En todos los sectores de actividad, la búsqueda de sentido, solidaridad y sinceridad en el desarrollo de su política de RSE le ofrece la oportunidad de abrir un nuevo capítulo en la historia de su empresa. La rentabilidad cuenta, por supuesto, pero la crisis nos ha demostrado que, para perdurar, necesita el compromiso de los empleados, su apoyo y el de sus clientes con sus valores. Buena reflexión sobre el futuro que quieres escribir!

1 – Fuente: Estudio de Kantar, 25 de marzo de 2020.

2 – Fuente Green It, El impacto de lo digital, octubre de 2019.

3 – Proyecto Source Shift, Por un informe de sobriedad digital, octubre de 2018.

4 – Fuente: Estudio de CSA para Malakoff Humanis, 25 de junio de 2020.

Por cierto, en Wojo ¡hacemos algo más que escribir!

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